Me pierdo en tu mirada, me gustan tus ojos,
Me cohíben y hasta por momentos sintiéndome observada me sonrojo.
Aún así no puedo dejar de admirarlos, son una belleza.
Son como algún tipo de droga, un alucinógeno de pureza.
Me dan ganas de volverme adicta, ellos me incitan,
Si en mi se fijan, hasta los pálpitos del corazón se agitan.
Me encuentro recordándolos en reiteradas ocasiones,
Sueño que me atrapan y no puedo salir de sus inmediaciones.
Podrían arrinconarme si distraída caminando de repente me apresan,
Tienen ese poder que a cualquier ser humano embelesa.
Revélame esta noche el secreto de tus almendrados ojos, princesa.
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