Viven en mis pupilas las imágenes
De la última vez que te vi,
De tus cabellos dorados
alborotados,
De tus ojos marrones alimonados
que estaban irritados.
Viven en mis pupilas las imágenes
De la última vez que te vi,
De tu boca rosada en la mía,
De tus manos frías en mi cuello
caliente midiendo la valentía.
Viven en mis pupilas las imágenes
De la última vez que te vi,
De tu nariz jugando a rozarse con
la mía,
De tus abrazos que como imanes a
tu cuerpo me fijan.
Viven en mis pupilas las imágenes
De la última vez que te vi,
De tu sonrisa siempre brillante,
De la espontaneidad de tu alma
libre delirante.
Y te juro, amor mío, que muero de
nostalgia,
Que se retuercen en mi vientre
las mariposas ansiosas,
De que mis pupilas vuelvan a
besarse dulcemente con las tuyas,
Porque cuando se produce ese
encuentro el resto desaparece,
Porque hasta a mi boca silenciosa
se le escapa decir que te quiere.
Y es que viven en mis pupilas las
imágenes
De la última vez que te vi,
De la mujer más cautivante que
conocí,
De la que me trae loca
hipnotizada, viviendo en un constante frenesí.
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