Observo las luces que se reflejan
en el agua, bailan al ritmo del bajo oleaje e iluminan la calma del mar, que se
mece suavemente, y a mí me envuelve de paz.
Siento el repicar de unas gotas
que caen rodando de mi pie, volviendo al lugar de donde las tomé, creando ondas
de movimiento, formando circunferencias perfectas, haciendo tintinear el reflejo
de las luces de los candelabros que están en la orilla.
Placeres de la noche; brisa,
estrellas, misterios y sombras.
Tu piel pálida bajo la mirada de
la luna, tu vestido blanco transparentado, tus cabellos levemente ondulados
apoyados en mi falda, mis dedos protectores rodando por tus labios
acaramelados.
Olor a madera mojada, canta un
grillo a lo lejos, es todo lo que tenemos, en medio de la nada, no necesitamos
más, el lugar donde se unen esta madrugada nuestras almas.
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