Son los sueños, nuestro medio de representación, donde
depositamos y proyectamos tanto nuestros miedos, como nuestros errores,
aciertos y anhelos.
En ellos infinidad de variables respuestas a nuestra vida
podemos encontrar.
Son como el abanico de posibilidades al que nos podemos
enfrentar.
Es eso que sucede cuando nos proponemos descansar, pero
nuestra mente sigue insistente en resolver las incógnitas, en buscar posibles
respuestas a todas nuestras dudas.
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