Mágica presencia

Luces, humo y ondas sonoras,
Tus piernas a la perfección marcan el compás.
Yo te observo a la distancia bailar,
Y así alimento mi placer ocular.

Cabellos dorados que vuelan al girar,
Latidos de un corazón que se empieza a acelerar.
Cuerpo que libre se desplaza,
Estímulos que surten efecto sobre mi masa.

¡Ay, mujer! Tu pálida figura se pinta de colores,
Tu danza me produce infinidad de sensaciones.
Quisiera convertirme en baldosa,
Y que bailes sobre mi piel hasta ver la aurora.

Tu boca que gira a mi alrededor,
Tentándome a probar su sabor.
Tu seductora mirada me ofrece soborno,
Y nuestras almas se apegan más allá de su contorno.

Belleza llena de destreza,
Puedo sentirme levitar,
Se enciende este fuego ardiente,
Que no quiero ni puedo apagar.

Me derrito ante el calor que irradias,
Tu mágica presencia del entorno se destaca,
Quiero mirarte directo a los ojos deseosa,
Y decirte que por ti me he vuelto completamente loca.