Descubrí a mi musa hace ya algún
tiempo.
Es una joven bella y profunda,
con ojitos de sol,
Y una mirada cautiva que me hace
al segundo perder la razón.
Me gusta buscar mi reflejo en sus
pupilas,
Con ella logro ver el lado
divertido de la vida.
¡No entiendo qué hace!
Río a carcajadas por el medio de la
calle.
La gente mira extraño,
Me enfado y desenfado,
Es todo muy momentáneo.
La dejo, la ignoro, sigo con mi
paso hacia adelante,
Vuelvo, la espero, y corro detrás
de ella sonriendo.
Me siento un niño pequeño,
La observo con admiración todo el
tiempo.
Trato a veces de ponerme distante,
Pero de nuevo el brillo de sus
ojos me atrae al instante,
Y comienza a latir intenso mi
corazón galopante.
Camina a mi lado,
Algunas veces toma
sorpresivamente mi mano,
Y yo tratando de disimular mis
ganas de saltar y brincar,
Quedo medio inmóvil, incluso
paralizado, sonriendo medio abombado,
Sintiendo a mi cuerpo elevarse
velozmente y quedarse en el aire, como
nube flotando.
Mi musa es detallista,
Escribe, rima, hace frases con mi
risa;
Descubre mi alma, poco a poco,
sin prisas
La ablanda, con su dulzura la va
moldeando a su antojo, es mi perdición,
Tiene la llave que quizás abra el
cerrojo de mi corazón.
Mi cuerpo es todo un alboroto,
La vida se viste de colores
radiantes y fogosos.
Le pone alegría a las cosas
comunes del día a día,
Imagina historias, les da vida,
se pone payasa,
Juguetona, me hace caras graciosas,
Y a mí me estallan enseguida las
carcajadas bobonas.
Si sostengo su mirada con la mía
no lo dudo,
La sigo a cualquier parte,
Lo que sea con tal de un segundo
más a su lado,
De su alegre compañía,
De su dulce melodía,
De sus carnosos labios de mi
fantasía,
De sostener su espalda tibia
contrastante con mis manos frías,
¿Qué es lo que está haciendo?
Mi musa en forma de mujer me está
tentando,
Me está llevando detrás suyo
hacia el deseo,
A un mundo donde todo es poesía y
encanto.
Mi musa: No te frenes ahora,
Que nadie nos corre, nadie nos
apura,
Vamos a paso tranquilo, pero a
paso asegurado.
Déjame reposar en tu pecho,
Y sentir la libertad de ir y
venir,
De buscarnos cuando queramos,
Sin sentirnos por ningún motivo
presionados,
Que el corazón brilla más cuando
vuela libre
Y regresa solo a donde se siente
contenido,
Protegido y querido,
Sin ser un entrometido.
Bailemos esta danza de la vida,
A veces por separado, otras veces
en sintonía,
Sin lastimarnos, sin herirnos,
Simplemente acompañándonos en el
camino,
Disfrutando de tu tacto con el
mío,
Haciéndonos reír aún en los
bordes del abismo.
Siento anhelos de crecer a tu
lado,
De admirar con respeto tu
pensamiento,
De respirar de tu aliento y
nutrirme de tu conocimiento.
De recorrer tus rincones,
Aprender de los errores,
Estar cuando me necesites,
Cuando quieras un buen oyente, un
consejo,
Un abrazo, un cariño, un apoyo.
Regalarte flores, poemas,
Dedicarte románticas canciones.
Si no le parece imprudente la
idea,
Entonces abriré las puertas de mi
alma,
Para que venga a posarse cuando
quiera,
Y entregarle lo que tengo,
Con entusiasmo, con esmero,
La espero, con la sonrisa de siempre,
Que se debe a mi musa,
Mi musa en forma de mujer,
La que me altera, me enloquece,
Y me hace quererla cerca mío para
siempre.
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