miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mi Musa

Descubrí a mi musa hace ya algún tiempo.
Es una joven bella y profunda, con ojitos de sol,
Y una mirada cautiva que me hace al segundo perder la razón.
Me gusta buscar mi reflejo en sus pupilas,
Con ella logro ver el lado divertido de la vida.
¡No entiendo qué hace!
Río a carcajadas por el medio de la calle.
La gente mira extraño,
Me enfado y desenfado,
Es todo muy momentáneo.
La dejo, la ignoro, sigo con mi paso hacia adelante,
Vuelvo, la espero, y corro detrás de ella sonriendo.
Me siento un niño pequeño,
La observo con admiración todo el tiempo.
Trato a veces de ponerme distante,
Pero de nuevo el brillo de sus ojos me atrae al instante,
Y comienza a latir intenso mi corazón galopante.
Camina a mi lado,
Algunas veces toma sorpresivamente mi mano,
Y yo tratando de disimular mis ganas de saltar y brincar,
Quedo medio inmóvil, incluso paralizado, sonriendo medio abombado,
Sintiendo a mi cuerpo elevarse velozmente y  quedarse en el aire, como nube flotando.
Mi musa es detallista,
Escribe, rima, hace frases con mi risa;
Descubre mi alma, poco a poco, sin prisas
La ablanda, con su dulzura la va moldeando a su antojo, es mi perdición,
Tiene la llave que quizás abra el cerrojo de mi corazón.
Mi cuerpo es todo un alboroto,
La vida se viste de colores radiantes y fogosos.
Le pone alegría a las cosas comunes del día a día,
Imagina historias, les da vida, se pone payasa,
Juguetona, me hace caras graciosas,
Y a mí me estallan enseguida las carcajadas bobonas.
Si sostengo su mirada con la mía no lo dudo,
La sigo a cualquier parte,
Lo que sea con tal de un segundo más a su lado,
De su alegre compañía,
De su dulce melodía,
De sus carnosos labios de mi fantasía,
De sostener su espalda tibia contrastante con mis manos frías,
¿Qué es lo que está haciendo?
Mi musa en forma de mujer me está tentando,
Me está llevando detrás suyo hacia el deseo,
A un mundo donde todo es poesía y encanto.
Mi musa: No te frenes ahora,
Que nadie nos corre, nadie nos apura,
Vamos a paso tranquilo, pero a paso asegurado.
Déjame reposar en tu pecho,
Y sentir la libertad de ir y venir,
De buscarnos cuando queramos,
Sin sentirnos por ningún motivo presionados,
Que el corazón brilla más cuando vuela libre
Y regresa solo a donde se siente contenido,
Protegido y querido,
Sin ser un entrometido.
Bailemos esta danza de la vida,
A veces por separado, otras veces en sintonía,
Sin lastimarnos, sin herirnos,
Simplemente acompañándonos en el camino,
Disfrutando de tu tacto con el mío,
Haciéndonos reír aún en los bordes del abismo.
Siento anhelos de crecer a tu lado,
De admirar con respeto tu pensamiento,
De respirar de tu aliento y nutrirme de tu conocimiento.
De recorrer tus rincones,
Aprender de los errores,
Estar cuando me necesites,
Cuando quieras un buen oyente, un consejo,
Un abrazo, un cariño, un apoyo.
Regalarte flores, poemas,
Dedicarte románticas canciones.
Si no le parece imprudente la idea,
Entonces abriré las puertas de mi alma,
Para que venga a posarse cuando quiera,
Y entregarle lo que tengo,
Con entusiasmo, con esmero,
La espero, con la sonrisa de siempre,
Que se debe a mi musa,
Mi musa en forma de mujer,
La que me altera, me enloquece,
Y me hace quererla cerca mío para siempre.

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