Cuántas noches subo a la azotea, me recuesto al mismo muro, y miro al cielo pensando: ¡Carajo! Siempre el edificio de al lado me tapa gran parte de la vista al cielo.
Cuando de repente esta noche, con un Johnnie y un Marlboro en mano, la capucha puesta y la brisa acariciando mi cara, los ojos cerrados y cantando canciones al viento, me tiendo en horizontal, y quedo con mi vista hacia la otra dirección.
Cuando abro los ojos me pregunto: ¿Por qué nunca miré para el otro lado? Siempre dándole la espalda a lo que en realidad estaba buscando.
A veces las cosas están a nuestro al rededor y ni siquiera nos percatamos, porque nos quedamos con la visión de siempre, a la que estamos acostumbrados, en vez de estar girando y buscando nuevos caminos, diferentes puntos de vista.
Me quedé dormitando, sonriendo, mientras contaba estrellas en la oscuridad...
Tímida, de cachetes colorados. Noctámbula estudiante de Arquitectura. Amante de la naturaleza, el café y las risas. Dicen que vivo en una burbuja. Escribir es mi pasatiempo favorito, y es así como se me hace más fácil poder expresarme.
sábado, 29 de noviembre de 2014
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Mi Musa
Descubrí a mi musa hace ya algún
tiempo.
Es una joven bella y profunda,
con ojitos de sol,
Y una mirada cautiva que me hace
al segundo perder la razón.
Me gusta buscar mi reflejo en sus
pupilas,
Con ella logro ver el lado
divertido de la vida.
¡No entiendo qué hace!
Río a carcajadas por el medio de la
calle.
La gente mira extraño,
Me enfado y desenfado,
Es todo muy momentáneo.
La dejo, la ignoro, sigo con mi
paso hacia adelante,
Vuelvo, la espero, y corro detrás
de ella sonriendo.
Me siento un niño pequeño,
La observo con admiración todo el
tiempo.
Trato a veces de ponerme distante,
Pero de nuevo el brillo de sus
ojos me atrae al instante,
Y comienza a latir intenso mi
corazón galopante.
Camina a mi lado,
Algunas veces toma
sorpresivamente mi mano,
Y yo tratando de disimular mis
ganas de saltar y brincar,
Quedo medio inmóvil, incluso
paralizado, sonriendo medio abombado,
Sintiendo a mi cuerpo elevarse
velozmente y quedarse en el aire, como
nube flotando.
Mi musa es detallista,
Escribe, rima, hace frases con mi
risa;
Descubre mi alma, poco a poco,
sin prisas
La ablanda, con su dulzura la va
moldeando a su antojo, es mi perdición,
Tiene la llave que quizás abra el
cerrojo de mi corazón.
Mi cuerpo es todo un alboroto,
La vida se viste de colores
radiantes y fogosos.
Le pone alegría a las cosas
comunes del día a día,
Imagina historias, les da vida,
se pone payasa,
Juguetona, me hace caras graciosas,
Y a mí me estallan enseguida las
carcajadas bobonas.
Si sostengo su mirada con la mía
no lo dudo,
La sigo a cualquier parte,
Lo que sea con tal de un segundo
más a su lado,
De su alegre compañía,
De su dulce melodía,
De sus carnosos labios de mi
fantasía,
De sostener su espalda tibia
contrastante con mis manos frías,
¿Qué es lo que está haciendo?
Mi musa en forma de mujer me está
tentando,
Me está llevando detrás suyo
hacia el deseo,
A un mundo donde todo es poesía y
encanto.
Mi musa: No te frenes ahora,
Que nadie nos corre, nadie nos
apura,
Vamos a paso tranquilo, pero a
paso asegurado.
Déjame reposar en tu pecho,
Y sentir la libertad de ir y
venir,
De buscarnos cuando queramos,
Sin sentirnos por ningún motivo
presionados,
Que el corazón brilla más cuando
vuela libre
Y regresa solo a donde se siente
contenido,
Protegido y querido,
Sin ser un entrometido.
Bailemos esta danza de la vida,
A veces por separado, otras veces
en sintonía,
Sin lastimarnos, sin herirnos,
Simplemente acompañándonos en el
camino,
Disfrutando de tu tacto con el
mío,
Haciéndonos reír aún en los
bordes del abismo.
Siento anhelos de crecer a tu
lado,
De admirar con respeto tu
pensamiento,
De respirar de tu aliento y
nutrirme de tu conocimiento.
De recorrer tus rincones,
Aprender de los errores,
Estar cuando me necesites,
Cuando quieras un buen oyente, un
consejo,
Un abrazo, un cariño, un apoyo.
Regalarte flores, poemas,
Dedicarte románticas canciones.
Si no le parece imprudente la
idea,
Entonces abriré las puertas de mi
alma,
Para que venga a posarse cuando
quiera,
Y entregarle lo que tengo,
Con entusiasmo, con esmero,
La espero, con la sonrisa de siempre,
Que se debe a mi musa,
Mi musa en forma de mujer,
La que me altera, me enloquece,
Y me hace quererla cerca mío para
siempre.
viernes, 21 de noviembre de 2014
Cobarde
Ramo de rosas en mano y mil poemas nunca entregados.
Parecía sencillo, su destino estaba enfrente. Cuestión de pasos, unos pocos segundos.
Apenas la separación de una vieja calle de adoquines.
Calle que no era como cualquier otra de la ciudad. Pues del otro lado, estaba la fachada amarilla, de ventanas con postigones abiertos y puerta de madera con vidrio, donde detrás se encontraba ella.
Autos y camiones pasaban en varias direcciones, cada tanto el camino estaba libre, podía cruzar si quería.
Sonaba simple, el primer paso, luego otro y otro e ir acortando distancias.
Pero él se mantenía quieto, inmóvil en el mismo lugar, la brisa jugaba con su cabello, tenía la sensación de haber cambiado sus pies por yunques de hierro.
Delante de sus ojos, los minutos iban pasando y el otro lado de la calle parecía hacerse aún más distante, como si hubiera una relación entre el tiempo y la distancia.
En ese momento por la vereda de enfrente lo vio venir. Por supuesto que lo conocía, alto, esbelto, de sonrisa perfecta, todo pintoresco.
Se detuvo, llamó a la puerta y allí la pudo ver. Entraron juntos y la puerta se cerró.
Si se hubiera animado a cruzar antes la maldita calle...
Pero no siempre lo que parece ser tan fácil resulta serlo, ¿o es uno mismo quien se encarga de convertirlo en algo difícil?
Se dio media vuelta, tiró todo en un basurero y se marchó.
Parecía sencillo, su destino estaba enfrente. Cuestión de pasos, unos pocos segundos.
Apenas la separación de una vieja calle de adoquines.
Calle que no era como cualquier otra de la ciudad. Pues del otro lado, estaba la fachada amarilla, de ventanas con postigones abiertos y puerta de madera con vidrio, donde detrás se encontraba ella.
Autos y camiones pasaban en varias direcciones, cada tanto el camino estaba libre, podía cruzar si quería.
Sonaba simple, el primer paso, luego otro y otro e ir acortando distancias.
Pero él se mantenía quieto, inmóvil en el mismo lugar, la brisa jugaba con su cabello, tenía la sensación de haber cambiado sus pies por yunques de hierro.
Delante de sus ojos, los minutos iban pasando y el otro lado de la calle parecía hacerse aún más distante, como si hubiera una relación entre el tiempo y la distancia.
En ese momento por la vereda de enfrente lo vio venir. Por supuesto que lo conocía, alto, esbelto, de sonrisa perfecta, todo pintoresco.
Se detuvo, llamó a la puerta y allí la pudo ver. Entraron juntos y la puerta se cerró.
Si se hubiera animado a cruzar antes la maldita calle...
Pero no siempre lo que parece ser tan fácil resulta serlo, ¿o es uno mismo quien se encarga de convertirlo en algo difícil?
Se dio media vuelta, tiró todo en un basurero y se marchó.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Las Miradas
¡Cuántas cosas hay por detrás de una simple mirada!
Intenciones, pensamientos, infinidad de sentimientos.
Algunas veces escondemos algo,
Con un solo instante basta,
La maldita mirada todo lo delata;
Cuando escondemos dolor, cuando escondemos amor.
La mirada es sincera, la mirada revela,
Tiene conexión directa con el alma.
Las miradas dicen, las miradas hablan,
Son lenguaje universal,
Todos las pueden a su manera interpretar.
Y cuando se conectan unas con otras,
¡Qué increíble experiencia!
Se nutren de tantas cosas;
A veces alegres, a veces tristonas,
A veces sonrientes, a veces lloronas.
A veces abrazan, otras abofetean;
A veces extienden los brazos, otras empujan para afuera.
¡Si serán poderosas!
Nos dejan al descubierto,
Son como un libro abierto,
Del cuál cualquiera puede leer,
Pero de cada uno depende,
Lo que se pueda llegar a entender.
Intenciones, pensamientos, infinidad de sentimientos.
Algunas veces escondemos algo,
Con un solo instante basta,
La maldita mirada todo lo delata;
Cuando escondemos dolor, cuando escondemos amor.
La mirada es sincera, la mirada revela,
Tiene conexión directa con el alma.
Las miradas dicen, las miradas hablan,
Son lenguaje universal,
Todos las pueden a su manera interpretar.
Y cuando se conectan unas con otras,
¡Qué increíble experiencia!
Se nutren de tantas cosas;
A veces alegres, a veces tristonas,
A veces sonrientes, a veces lloronas.
A veces abrazan, otras abofetean;
A veces extienden los brazos, otras empujan para afuera.
¡Si serán poderosas!
Nos dejan al descubierto,
Son como un libro abierto,
Del cuál cualquiera puede leer,
Pero de cada uno depende,
Lo que se pueda llegar a entender.
martes, 18 de noviembre de 2014
Mujer Ausente
Fría, congelada,
Un poste parado sin gracia.
En movimiento por los empujones ajenos,
De cuerpo presente y mente pausada.
Corazón hundido,
Tantea y no lo encuentra ¡lo ha perdido!
Lágrimas saladas le estallan,
Se posan en las comisuras de sus labios y los callan.
Palabras que carecen de sentido,
Camina hacia adelante por simple compromiso.
Secretos escondidos,
De los que te dejan la noche entera en vilo...
Un poste parado sin gracia.
En movimiento por los empujones ajenos,
De cuerpo presente y mente pausada.
Corazón hundido,
Tantea y no lo encuentra ¡lo ha perdido!
Lágrimas saladas le estallan,
Se posan en las comisuras de sus labios y los callan.
Palabras que carecen de sentido,
Camina hacia adelante por simple compromiso.
Secretos escondidos,
De los que te dejan la noche entera en vilo...
lunes, 10 de noviembre de 2014
Mar y Viento
Yo soy mar calmo,
Tan calmo que soy espejo,
Duplico estrellas, duplico cielo.
Tú eres viento,
A veces suave brisa de verano,
A veces fuerte viento de invierno.
Pasas resoplando con dulzura,
Interrumpiendo mi quietud,
Susurrando palabras bajito,
Haciendo subir la marea de mi inspiración.
Tú eres viento,
Viento que acaricia y la piel eriza,
Viento sediento que va directo al agua que mi corazón le brinda.
Ahora yo soy mar alborotado,
Tan alborotado que hago olas por todos lados,
Olas que pueden alcanzar el cielo solo si tú estás a mi lado.
Tan calmo que soy espejo,
Duplico estrellas, duplico cielo.
Tú eres viento,
A veces suave brisa de verano,
A veces fuerte viento de invierno.
Pasas resoplando con dulzura,
Interrumpiendo mi quietud,
Susurrando palabras bajito,
Haciendo subir la marea de mi inspiración.
Tú eres viento,
Viento que acaricia y la piel eriza,
Viento sediento que va directo al agua que mi corazón le brinda.
Ahora yo soy mar alborotado,
Tan alborotado que hago olas por todos lados,
Olas que pueden alcanzar el cielo solo si tú estás a mi lado.
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Noche Halloweenesca
Cae
la noche, se abren las botellas,
Y la luna escondida entre nubes
cargadas,
Nos da la bienvenida a otra noche
agitada.
Disfraces, pelucas y mucho
maquillaje;
Música, baile y gente abundante.
Alcohol en mis venas, otra noche
de borrachera,
Me saludan, me hablan, pero mi
mente hacia otro lado viaja.
Observo perdida entre tantas
personas;
Cuando de pronto ojitos melosos,
sexy enfermera,
Por delante de mi vista borrosa
se pasea,
¿Cómo pasar por alto esa belleza?
La reconocí al instante, de lejos,
traviesa
Bailoteaba con sus amigos
mientras sonreía de oreja a oreja.
No sé en qué momento de coraje me
le acerqué,
Pero cuando por un segundo la
cordura recobré,
La tenía entre mis brazos,
besándola y riendo sin saber de qué.
Completamente muda, solo podía mirarla,
Quería decirle algunas cosas,
pero mi boca se mantenía cerrada.
Dulce y tierna todo el tiempo me
abrazaba,
Me contenía, me mimaba,
De
un lado a otro del casino me llevaba.
Me olvidé del resto, me olvidé
con quién fui,
Olvidé dónde estaba parada, olvidé
que pendientes de nosotras estaban.
Nunca me había sentido así,
Para
mí había solo una persona allí,
Me sentía niña, no paraba de sonreír,
El ridículo no importaba hacer,
Si una noche inolvidable para
nosotras iba a ser.
"Quítate la peluca, quítate
el maquillaje",
Y sin darnos cuenta se armó
guerra de agua en el baño,
Aparecieron las limpiadoras, no
duró mucho rato.
Salimos corriendo, a la terraza
de nuevo,
Sillón, nicotina, besos y algunas
mordidas.
Ella se me quejaba y yo que ya
estaba alborotada,
No controlaba mi actuar, tenía
ganas de comérmela,
De devorármela, estaba ardiendo en
llamas.
Sentimientos encontrados,
Una
niña juguetona y una vampiresa desacatada,
No
pensaba si era lo correcto, tan solo avanzaba.
Me metía en otra atmósfera,
Pretendía
jugar con el control de su figura,
El aroma de su cabello, el aroma
de su piel,
Ya los tenía memorizados de algún
tiempo atrás,
Pero me tenían completamente
atrapada,
Y cada vez más fuera de mis
cabales me encontraba.
Me miraba fijo, me ruborizaba,
Muerta de risa atontada,
imposible disimularla.
No me importaba desnudarme,
relajarme,
Mostrar mi alma abierta para que
jugara con ella toda la noche.
No tenía nada que perder,
Me
sentía libre, me dejaba ser,
Mis caras, mis gestos,
Suplantaban
mejor a las palabras con lo que estaba sintiendo.
La
pista se había vaciado,
El
amanecer nos estaba alcanzando,
Pero
ninguna quería irse a dormir.
Se
quitó los tacos, copié su procedimiento,
Y
con las últimas canciones disfrutamos del momento.
Las
luces se prendieron, las barras se cerraron,
La
gente de mantenimiento invadía el espacio.
Los
cuerpos cansados sentados en los alrededores,
Nos
seguían mirando con caras de asombrados,
Pues
sin darnos cuenta iluminábamos el lugar
Con
nuestras enormes sonrisas,
Que
no paraban de brillar.
La
música dejó de sonar,
Con
caminar agotado nos tuvimos que retirar.
Brillantina
en la cara,
Capucha
puesta porque lloviznaba,
Su
mano apoyada en mi hombro,
Sentadas
en el muro de la entrada,
Esperando
que un milagro sucediera
Para
que la noche no terminara.
Salieron
también sus amigos,
Con
un beso y un “te extrañé tanto”
Que
nunca salió de mis labios, me despedí,
Y
caminando despacio, solitaria
Bajo
las finas gotas heladas, me fui
Con
el rostro maquillado pero de felicidad,
Noche
mágica que parecía una fantasía,
Pero
fue toda una realidad.
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