Noche de fuerte desvelo.
Palabras clavadas como cuchillas
No me dejan conciliar el sueño.
Es tan frío este lugar,
En pleno verano se vive un eterno invierno.
Tantas personas y a la vez, tanta soledad.
Mi alma busca un escape, un consuelo...
Ojalá que a la tarde me abracen tus ojos de caramelo,
Y el calor de tu amor derrita la escarcha de mi corazón.
Cuando tus dedos se enredan en mi mano,
Y en mi rostro se pinta una pícara sonrisa,
Vuelvo a ver con claridad dónde está la senda infinita.
Puedo tomar impulso y echarme a volar.
¡Pídeme del cielo cualquier estrella!
Si es por ti, todas las puedo bajar.
Porque es tu compañía la mejor recompensa,
Son tus brazos los que juntan mis pedazos,
Son tus risas y tu alegría que me hacen sentir siempre viva.
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