Momento de transición

Cuando no quieres ir a dormir,
Porque la noche es bella,
Porque no existe cosa más preciada que un cielo colmado de estrellas.
Cosas que no todos aprecian,
Pero vaya hermosura,
Observar la constelación,
Ser fiel admirador,
En ese momento de transición,
Cuando se fusionan la oscuridad y la iluminación,
Y está llegando un nuevo amanecer.
Cuando el cielo es mitad noche y el resplandor lo corre.
Cuando la luna desaparece y el sol da sus primeros rayos de roce.
Cuando los únicos que se oyen son los grillos y el olear salvaje de un mar frío.
Cuando uno no hace más que estar acostumbrado a extrañar,
Los malditos sonidos de la polución de la ciudad,
Aprende a despojarse de toda la rutina,
Y logra ver lo hermoso de la vida.
Cuando el gallo comienza a cantar,
Y uno se invade de infinita claridad.
Entonces en las cosas simples de la naturaleza,
Se halla en armonía y con insaciable destreza.
Las preocupaciones pasan a un segundo lugar,
Cuando en lo puro poder disfrutar,
De todo eso de lo que todos somos parte,
Pero sólo pocos admiramos el arte.
Encontramos en un sentido distante,
Una tranquilidad y una paz relevante,
Que nos da seguridad,
De que aunque exista todo tipo de mal,
Hay cosas bonitas que nadie nos podrá robar,
Que aunque el cielo se nuble,
La lluvia nos lavará,
Que aunque todo se pierda,
Siempre hay algo que para todos es igual,
Aunque cueste verlo,
Aunque creamos que injusto es el momento,
Como decía el principito, "Lo esencial es invisible a los ojos",
Y aunque lágrimas derrames,
Ve con una sonrisa en el rostro,
Porque nunca sabes con quién puedes cruzarte,
Si tu alegría puede de otro moribundo mejorar el día,
Y aunque te creas invisible,
Enamorar a algún desalmado podrías.
Cuando fijas la atención en todo aquello a lo que omites día a día,
Por ocupar tu mente en basura podrida,
Entiendes que la belleza está en otra sintonía,
Cuando te conectas con todo aquello que pasa a veces desapercibido,
Y al final termina siendo lo que emociona a tu vista.
Cuando le encuentras un sentido al latido,
Y dejas de lado el acongojo.
Cuando el corazón se siente flojo,
Y logra encontrar la calma en un respiro de sabiduría.
Cuando entiendes que tienes un segundo más de disfrute,
Y puedes irte a otra parte en milésimas de segundo,
Cuando sabes que todo es impredecible,
Y prefieres vivir del momento lo que te hace por un instante feliz,
Y logras transformar el color gris,
En un abanico de arcoíris sin fin.