jueves, 8 de octubre de 2015

Recompensa

He perdido ya la cuenta,
De días y noches enteras contigo, 
Y no me han sido suficientes, te digo. 
A tu lado la vida se pasa rápidamente como un suspiro. 

Tantos momentos hemos compartido, 
Insomnios melosos y otros tantos celosos. 
Madrugadas donde una cama se llena, 
Mientras que otra se queda vacía. 

Mi cuerpo solo en el colchón es una triste vía, 
Contigo al lado, hasta nuestros cabellos se enredan de tanto amorío, 
Conformando un tejido orgánico, 
Que comparado es mejor que el plan de ciudad ideal del urbanismo medieval. 

Somos pues, la máxima expresión de la espontaneidad emocional, 
Y adaptamos nuestros cuerpos al dormir a cualquier formato irregular. 
No ha de existir mejor combinación, 
Mi calor que te abraza y tu frío que me calma. 

Dormir colgada a tu cintura, pegada al perfume de tu piel, 
Ha de ser, amor, al final del día la mejor de las recompensas. 
Para a la mañana despertar ebria de caricias, 
Y comenzar el día con la mejor de las sonrisas.

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