De tantas formas de expresión del amor,
Soy la flor que abre en pleno invierno.
Tú eres en las nubes densas del tormentoso agosto,
El rayo de luz que traspasa tinieblas,
Anunciando ya, que el diluvio ha de cesar.
De tanto amor en tu mirada,
Cualquier día del año es primavera,
¡Hay tantas flores frescas en mi alma!
Pues las riegas a diario con dulzura,
Y como cascada en tus manos han de brotar.
Solo yo sé todo lo que te debo,
Había tierra seca hasta que fuiste mi jardinero.
Con paciencia, a paso lento,
Dejaste que echara raíces firmes,
Para luego crecer sin miedo.
Solo yo sé el milagro que hiciste conmigo.
Sentimiento puro ha de ser,
El de quien cultiva todos los días,
Con sol y con sequía, con tormenta o quizás llovizna,
En su jardín con amor y maestría.
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