"¡Eres un fracaso!", pronunciaste.
Mas yo creo que al espejo te miraste al gritar.
Lágrimas rodaron en mis mejillas,
Pero en tu alma vive el rencor y la soledad.
No te dejas entrar,
Y a tu puerta me he cansado ya de llamar.
Preferiría la indiferencia,
Antes que las cachetadas por respuesta.
Los espejos se quiebran a tu paso,
Y yo junto los pedacitos con las manos,
Mientras las heridas se abren en mi piel,
Y vos reís a carcajadas otra vez.
Tendida en el suelo,
Podré llorar una y mil veces más,
Pero el día que mis lágrimas se sequen,
Ya no habrá vuelta atrás.
A los demás cargas con el peso,
De la infelicidad donde quedaste preso.
Y hasta las plantas se entristecen cuando las miras.
Pues no dejes que se mueran, ¡riégalas!
Cuando lo que te rodea tiene vida,
La esperanza vuelve a ser la guía.
¡Deja ya en el pasado lo que no te sirva!
Y mira solo para hacerte fuerte mientras hacia adelante caminas.
Tímida, de cachetes colorados. Noctámbula estudiante de Arquitectura. Amante de la naturaleza, el café y las risas. Dicen que vivo en una burbuja. Escribir es mi pasatiempo favorito, y es así como se me hace más fácil poder expresarme.
lunes, 3 de agosto de 2015
sábado, 1 de agosto de 2015
Cuando te veo #10
Algunos dicen desnudarse ante la presencia de su amado.
Y no hablo precisamente de quitarse la ropa, sino de abrirse a ser transparente de alma, sentires y pensamientos.
Mas cuando estoy contigo más que sentirme desnuda siento que me visto de ti.
Me visto de la palidez de tu piel, me visto de las sutiles pecas de tu rostro, de algún lunar perdido que se topa ante mis ojos.
Me visto de tu mirada, sinfín de pasiones.
Me visto del Carménère de tus agrietados labios de invierno.
Me visto del aliento de las palabras que exhalas, de tu respiración cuando duermes entrecortada.
Me visto de las semejanzas y también de las diferencias, que me hacen admirarte por ser libre de pensares.
Me visto del brillante dorado de tu pelo.
Me visto de tu dulce tacto cuando está en contacto con mi cuerpo.
Y me miras y me siento afortunada, me abrazas y me siento contenida, me das la mano y me siento acompañada.
Soy cada vez menos la temerosa de antes, soy cada vez más yo misma, únicamente con tus vestiduras abrigándome.
Y no hablo precisamente de quitarse la ropa, sino de abrirse a ser transparente de alma, sentires y pensamientos.
Mas cuando estoy contigo más que sentirme desnuda siento que me visto de ti.
Me visto de la palidez de tu piel, me visto de las sutiles pecas de tu rostro, de algún lunar perdido que se topa ante mis ojos.
Me visto de tu mirada, sinfín de pasiones.
Me visto del Carménère de tus agrietados labios de invierno.
Me visto del aliento de las palabras que exhalas, de tu respiración cuando duermes entrecortada.
Me visto de las semejanzas y también de las diferencias, que me hacen admirarte por ser libre de pensares.
Me visto del brillante dorado de tu pelo.
Me visto de tu dulce tacto cuando está en contacto con mi cuerpo.
Y me miras y me siento afortunada, me abrazas y me siento contenida, me das la mano y me siento acompañada.
Soy cada vez menos la temerosa de antes, soy cada vez más yo misma, únicamente con tus vestiduras abrigándome.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)